El Índice de Masa Corporal o IMC es una fórmula que se utiliza para evaluar si una persona tiene un peso saludable en relación con su altura.
Según la OMS, las categorías del IMC son bajo peso, peso normal, sobrepeso y obesidad, esta última con diferentes grados. Aunque es una herramienta muy práctica para saber en qué grupo esta una persona, ni el peso ni el IMC son lo suficientemente precisos como indicadores de salud, ni para evaluar los riesgos individuales, tanto metabólicos como cardiovasculares, ya que no distinguen entre grasa y músculo, no consideran la distribución de la grasa y no tienen en cuenta factores como la edad, el género o la genética.
En nuestra vida diaria muchas veces nos enfrentamos a la tentación de comer más de lo que necesitamos, ya sea por ansiedad, estrés, falta de tiempo, celebraciones, festividades o simplemente por la influencia del entorno. Cuando esto ocurre, intentamos "compensar" esos excesos, pero por lo general no lo hacemos de la manera más adecuada.
Los ejercicios de fuerza son actividades físicas diseñadas para desarrollar y aumentar la fuerza muscular mediante el levantamiento de pesos o la resistencia. Estos ejercicios implican contraer los músculos contra una carga, lo que estimula su crecimiento y mejora su capacidad de generar fuerza.
La transición hacia la menopausia y el período que le precede, conocido como perimenopausia, puede traer consigo numerosos desafíos físicos y emocionales, siendo uno de ellos el aumento de peso. Este fenómeno se debe a varios factores hormonales y metabólicos que se alteran durante estos periodos.
En la sociedad moderna, el sedentarismo se ha convertido en un compañero no deseado de nuestra vida diaria. Horas interminables frente a la pantalla del ordenador, largos períodos sentados en el coche o en el sofá... ¿Te suena familiar? Sin embargo, esta tendencia no solo afecta a nuestra forma física, sino también a nuestra salud mental.